La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) emitió un comunicado en el que invitó "a todos los venezolanos a participar activamente en la vida del país, con decisión, sin violencia, con respeto a la constitución, la legalidad y los derechos de todas las personas, y rechazamos que se siga creando un clima de agitación política antes de las próximas lecciones".
En el texto fechado el 24 de septiembre y titulado "El bien y la paz de nuestro pueblo", los prelados rechazaron "toda violencia e intolerancia, venga de donde venga, contra personas, instituciones y medios de comunicación social. Igualmente rechazamos tanto el presunto magnicidio contra el Presidente de la República como la presunta conspiración para un golpe de estado, y exigimos que dentro del estado de derecho se lleven a cabo las investigaciones pertinentes".
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Tras solicitar que se evite cualquier acción que ponga en peligro "la realización de las elecciones previstas para el 23 de noviembre", los obispos exigieron "que se respeten los derechos y se garantice la seguridad de todos los que intervienen en la campaña electoral, y que el Consejo Nacional Electoral garantice asimismo la absoluta transparencia de los venideros comicios, así como la igualdad de oportunidades para todos los candidatos".
De otro lado expresaron su preocupación por la "aparente inconstitucionalidad de algunos artículos de algunas de las leyes promulgadas el 31 de julio en el marco de la Ley Habilitante".
Tras deplorar la excesiva lentitud e injerencia política en algunos procesos de ciudadanos acusados de delitos políticos, los prelados exhortaron a todos los venezolanos, católicos y de otras religiones, a "orar con insistencia a Dios por Venezuela, para que el futuro de nuestra Patria se desarrolle por los caminos de la libertad, la justicia, la igualdad y la tolerancia, el bien y la paz".
Finalmente, invocaron "sobre todos los venezolanos la bendición de Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, y la maternal intercesión de Nuestra Señora de Coromoto, Patrona de Venezuela".