El Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela, explicó que "el camino de nuestro tiempo" es el diálogo y la "laicidad positiva", como marco para que la Iglesia tenga el sitio que le corresponde y libertad para ejercer su misión, y el Estado y la Comunidad Política puedan recibir las aportaciones indispensables para el bien común.

Según informa Radio Vaticano, así lo expresó el también Presidente de la Conferencia Episcopal Española en el foro de Europa Press con una conferencia en la que habló sobre "Iglesia-Sociedad-Comunidad política. Estado actual de la cuestión".

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Tras recordar el viaje del Papa Benedicto a Francia, el Cardenal explicó que el asunto de la "laicidad positiva" caracteriza el fondo del problema para Europa en este momento. Refiriéndose luego al diálogo entre el filósofo Jurgen Habermas y el entonces Cardenal Ratzinger, el Purpurado dijo que la cuestión de los fundamentos pre-políticos del Estado democrático de derecho no ha dejado de plantearse cada vez con mayor urgencia histórica, en Europa sobre todo.

Volviendo a la necesidad del diálogo, el Cardenal Rouco dijo que éste es necesario entre católicos, cristianos y no creyentes, en los países de historia cristiana, en torno a los fundamentos morales pre-políticos del Estado democrático de derecho, necesario para la comunidad religiosa y para el Estado mismo.

En opinión del Arzobispo de Madrid, no se puede separar el camino de la comunidad política y la presencia y acción de la Iglesia en la sociedad.

También ha destacado la necesidad del diálogo con otras confesiones, como el Islam o el Judaísmo, algo a su juicio necesario y evidente. Entendido, este diálogo, con el objetivo de llegar al conocimiento de la dignidad de la persona humana y sus bienes, de la sociedad y del bien común.

En su opinión, este diálogo es urgente para que la Iglesia cumpla su misión y el Estado reciba las aportaciones que le son indispensables para el bien común.