El Presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC), Mons. Rubén Salazar Gómez, publicó un comunicado sobre los intentos por reglamentar la eutanasia en el país y advirtió que es "contrario a la ética y socialmente desorientador legislar sobre la supresión de las vidas humanas inocentes".
El también Arzobispo de Barranquilla se pronunció sobre el proyecto de ley 44 de 2008 por el cual "se reglamenta la práctica de la eutanasia, del suicidio asistido y el servicio de cuidados paliativos".
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El Prelado recordó que "el derecho a la vida es un derecho fundamental y universal" consagrado como inviolable por la Constitución Política de Colombia.
"En la tradición ética del respeto a la vida, la dignidad humana es invariable: no se disminuye a causa de la enfermedad, el sufrimiento, la malformación o la demencia. Más aún, como lo muestra la experiencia, la adversidad biológica o psíquica puede ser ocasión de ulterior ennoblecimiento", advirtió.
Asimismo, recordó que "la muerte natural y serena es el fin deseable de toda vida humana. Por esto, es perfectamente legítima la lucha contra el dolor y la renuncia voluntaria a recibir tratamientos inútiles, desproporcionados y demasiados costosos que procurarían únicamente una prolongación precaria y penosa de la existencia. No es lícito, sin embargo, interrumpir las curas normales debidas al enfermo en casos similares".
"La Iglesia, basándose en estos principios nacidos de la recta razón e iluminada por el Evangelio, rechaza la eutanasia cuando ésta implica la decisión de anticipar el final de una vida que la enfermedad o la vejez parecen haber convertido en insostenible, o como el acto de acabar deliberadamente la vida de un enfermo incurable para poner fin a su sufrimiento", indicó.
Precisó que "independientemente de que el Congreso de la República apruebe o no el proyecto en mención, consideramos propicia la oportunidad para recordar a los católicos que no todo lo que es legalmente permitido es moralmente lícito".