Ante la ola de violencia que golpea México que hace unos días cobró la vida de 7 personas y dejó más de un centenar de heridos con el atentado terrorista en Morelia, los cinco obispos de la Provincia de Durango, expresaron su preocupación y solidaridad para con los mexicanos y alentaron a trabajar por la paz y el cambio social.
Ante el avance de las drogas y el crimen organizado en esta zona del país, los prelados indicaron que las raíces de estos problemas está en "la pobreza y marginación, la existencia de escandalosas desigualdades sociales y económicas, la corrupción y la impunidad, así como el abandono de los más pobres por parte de las distintas instituciones".
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Tras expresar su confianza en que el Acuerdo Nacional por la Seguridad dé sus frutos, los prelados de Durango aseguraron que "la Iglesia asume también su responsabilidad en la parte que nos corresponde en estos acuerdos. Nos comprometemos a seguir invitando a la conversión y a la perseverancia en la vida cristiana. Asumimos nuestra tarea de recuperar los valores formando a la persona en una conciencia recta, ofreciendo el Evangelio como proyecto de humanidad".
Asimismo indicaron que cada persona debe poner de su parte para revertir esta situación y llamaron a quienes son causantes de la crisis a "pensar bien las cosas y abandonar el mal. En la Iglesia Católica hay un lugar para que vuelvan al camino de los hijos de Dios. A quienes participan en actividades vinculadas con el narcotráfico y la violencia, les exhortamos a que se arrepientan y cambien de vida. Dios que es compasivo y misericordioso no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva. Dios perdona siempre, aunque el perdón no elimina la justicia".
Seguidamente exhortaron a las autoridades a trabajar por la paz y "para recuperar la tranquilidad y luchar contra la impunidad, la corrupción y contra todos los demás vicios que tocan de muerte a nuestra sociedad".
Tras invocar la protección de Nuestra Señora de Guadalupe, los obispos animaron a los mexicanos a ser "hombres y mujeres buscadores y constructores de la Paz. Que el Dios de la Paz nos permita contarnos entre los bienaventurados que construyen la paz".