Ante la ola de violencia y enfrentamientos en Bolivia, el Nuncio Apostólico en este país, Mons. Luciano Suriani, alentó a trabajar por la "anhelada pacificación, el entendimiento entre hermanos, la serenidad y armonía necesarias para edificar una sociedad digna del hombre".
Según informa el sitio web Infodecom, al hacerse eco del "clamor sobre todo de los últimos pontífices, que incansablemente han pedido al mundo entero paz y no violencia, diálogo y no enfrentamientos, amor y no odio", el Arzobispo recordó lo que el Papa Benedicto XVI decía en su mensaje de la Jornada Mundial de la Paz del año pasado: "toda persona de buena voluntad es un canal de paz"; una paz, explica el Prelado, "que empieza en la propia conciencia y se concreta luego en la paz familiar y social".
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Seguidamente Mons. Suriani explica que "la paz es un don y es una tarea; don que debemos invocar con la oración y tarea que nos toca realizar con valentía y sin cansarnos. Construyendo la paz ponemos las premisas para una autentica convivencia de hermanos entre hermanos".
"Que hoy y siempre podamos ser sinceros y valientes heraldos de la paz, sin olvidar que no hay paz sin justicia y no hay justicia sin perdón", alentó.
Tras animar a los "gobernantes y a gobernados que unan fuerzas, inteligencia y buena voluntad para convertirse en 'canales de paz' cueste lo que costare", el Arzobispo hizo votos para que "María, Madre de Dios y nuestra, nos ayude a iluminar nuestros ojos para que sepamos reconocer el rostro de Cristo en el rostro de cada persona humana, corazón de la paz".