El Arzobispo de Toledo y Primado de España, Cardenal Antonio Cañizares, precisó que las raíces cristianas de Europa le permiten a este continente conocer su propia identidad; y que no se puede borrarlas simplemente porque son además una "verdad histórica".
En una conferencia dictada en la Pontificia Universidad Católica de Chile titulada "Las raíces cristianas de Europa", el Purpurado indicó que éstas "son una verdad histórica, empíricamente comprobable, ella tiene necesidad de reconocer su propia historia sin la cual no puede identificarse a sí misma, ni lograr su integración y la construcción de su unidad en la diversidad, ni tener ningún relato entorno al que reunirse para su identificación".
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Tras precisar que no se puede eliminar el Cristianismo de la historia de Europa, el Cardenal destacó que "Europa tiene una identidad propia, que no sería nada si no fuese también expresión y vehículo de una civilización que comprende nuestra cultura y nuestros valores, una expresión de quienes somos, un instrumento para realizar lo que querríamos ser".
Asimismo aseguró que la modernidad europea misma, que ha dado al mundo el ideal democrático y los derechos humanos, toma los propios valores de su herencia cristiana.
"Más que como lugar geográfico se la puede considerar, por lo tanto, como un concepto predominantemente cultural e histórico-espiritual que caracteriza una realidad nacida como continente gracias, también, a la fuerza aglutinante del cristianismo, que ha sabido integrar pueblos y culturas diferentes y que está íntimamente vinculado a la cultura europea", explicó.