Ante el dramático caso de una menor de 12 años que resultó embarazada en una violación y cuya familia ha pedido una autorización para que aborte, el Arzobispo de Mendoza, Mons. José María Arancibia, pidió a la sociedad solidarizarse con la niña sin olvidar la vida del bebé por nacer y con la conciencia de que aunque sea aprobado por ley, el aborto siempre será un mal objetivo.
"La ley o la jurisprudencia podrán ampliar los márgenes de la no imputabilidad del aborto para algunos casos. Lo que nunca podrán hacer es anular su carácter de acto gravemente desordenado: un mal objetivo. Siempre constituirá una injusticia que lesiona profundamente a la sociedad", advirtió el Arzobispo de Mendoza.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El Prelado valoró que la sociedad se haya puesto "masivamente" a favor de la víctima del abuso, reclamó que la familia reciba "todo el apoyo del Estado y la sociedad entera" pero pidió no olvidar al niño por nacer.
"El fruto de toda concepción es un ser humano. El más inocente e indefenso. Resulta también una víctima potencial. La voz de la razón es clara: el derecho a la vida es el derecho humano fundamental, presupuesto además de todos los demás derechos. No existe, por tanto un derecho al aborto o, en este caso, un presunto derecho a decidir sobre el propio cuerpo. El niño por nacer es un sujeto personal, distinto de los demás, incluida la mujer que lo ha concebido", precisó el Arzobispo.
Al mismo tiempo, el Consorcio de Médicos Católicos de Buenos Aires reiteró que "en todos los casos -y sin excepción alguna- el aborto directo es un homicidio, pues con él se elimina la vida de un ser humano", y recordó que "por muy dramática que sea una situación no justifica una violencia mayor como es la eliminación de una vida humana inocente".
Los médicos católicos señalaron que "nadie niega la dolorosísima situación por la que atraviesa esta niña de 12 años, por lo que debería brindársele una contención afectiva, física y psicológica para que pueda llevar adelante su embarazo", y reafirmaron que "el aborto procurado es siempre inmoral tanto para los creyentes como para los no creyentes, pues para todos rige la ley natural que manda no matar".