El pasado sábado 6 de septiembre falleció en Italia el Cardenal Antonio Innocenti a los 93 años de edad. El Papa Benedicto XVI envió un telegrama con sus condolencias a la hermana del Purpurado, quien fuera apresado dos veces por ayudar a las víctimas en Italia durante la ocupación nazi y que salvara de morir fusilado.
En el telegrama, el Santo Padre señala que "al conocer la triste noticia del fallecimiento de su querido hermano Cardenal Antonio Innocenti deseo expresar a usted y a sus familiares mi sentido pésame por el luto que golpea a cuantos conocieron y estimaron al destacado Purpurado que durante tantos años fue colaborador de la Santa Sede, en particular como representante pontificio en distintos países, como Prefecto de la Congregación para el Clero y finalmente como Presidente de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, dando en todos esos lugares un apreciado testimonio de fervoroso celo sacerdotal y fidelidad al Evangelio".
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"Mientras elevo mis plegarias al Señor Jesús para que la Virgen María quiera dar al difunto Cardenal el premio eterno prometido a sus fieles discípulos envío de corazón a usted y cuantos lloran esta partida, una especial y confortadora Bendición Apostólica", finaliza el texto.
Por su parte la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice informa en un comunicado publicado hoy que la Santa Misa por el eterno descanso del Cardenal Innocenti será presidida por el Cardenal Angelo Sodano, Decano del Colegio Cardenalicio, el miércoles 10 de septiembre a las 9:00 en la Basílica de San Pedro.
Al final de la celebración eucarística, el Papa dirigirá unas palabras a los presentes y presidirá el rito de la Ultima Commendatio y la Valedictio.
El Cardenal Antonio Innocenti nació el 23 de agosto de 1915, Poppi, diócesis de Fiesole, en Italia. Fue ordenado el 17 de julio de 1938, en Florencia.
Trabajó pastoralmente en Valdamo, Toscana, en 1938. Continuó sus estudios en Roma, de 1938 a 1941. Sucesivamente, entre 1941 y 1948, en Fiesole, miembro de la facultad del seminario y secretario del Obispo; dos veces convicto por ayudar a las víctimas de la ocupación Nazi, fue llevado ante el pelotón de fusilamiento pero liberado en el último minuto; trabajó pastoralmente después de la Segunda Guerra Mundial; y fundador de la Asociación Cristiana de Trabajadores Italianos (ACLI).
Además, se desempeñó también como Nuncio Apostólico en España.