Tras haber celebrado la Santa Misa en el Santuario de Nuestra Señora de Bonaria, el Papa Benedicto XVI rezó el Ángelus dominical con todos los presentes, y en sus palabras introductorias recordó que todo don recibido por la Madre María por parte de Dios, es un don que nos es dado también a cada uno de nosotros.
“Siguiendo los pasos de los Papas que me han precedido, también yo he escogido el Santuario de Bonaria para realizar una visita pastoral que quiere abrazar en modo ideal a la totalidad de la Cerdeña”, dijo el Papa tras haber realizado un recorrido histórico recordando aquellos momentos en que sus predecesores se encontraron también en Cerdeña.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El Pontífice pidió también que “el patrimonio de los valores evangélicos sea transmitido íntegramente a las nuevas generaciones” y que “Cristo reine en las familias, en las comunidades y en los varios ámbitos de la sociedad”.
Más adelante hizo un pedido a la Virgen María para que esta “proteja a cuantos más necesitan de su maternal intercesión: a los niños y jóvenes, a los ancianos y a las familias, a los enfermos y a todos aquellos que pasan por momentos de sufrimiento”.
“Conscientes del importante rol que María tiene en la existencia de cada uno de nosotros, hoy cuales hijos devotos festejamos su nacimiento. Este evento –continúo– constituye una etapa fundamental para la Familia de Nazaret, cuna de nuestra redención; un evento que tiene que ver con todos nosotros, porque todo don que Dios le concedió a la Madre, lo concedió pensando también en nosotros, sus hijos”.
Asimismo el Papa elevó una oración a la Virgen por todas las madres terrenas: “aquellas que, junto al marido, educan a los hijos en un contexto familiar armonioso, y aquellas que, por tantos motivos, se encuentran solas afrontando tan ardua tarea. Que todas puedan realizar con dedicación y fidelidad su cotidiano servicio en la familia, en la Iglesia y en la sociedad”.
Tras el rezo del Ángelus el Papa impartió su Bendición Apostólica.