El Obispo Auxiliar de Santiago, Mons. Fernando Chomali, conmovido por la ola de suicidios juveniles acontecidos en el pueblo de Tongoy, señaló que "si queremos menos suicidios no queda otra opción que fortalecer a la familia".
En su carta, fechada el 25 de agosto y que fuera publicada por el diario El Mercurio, el Prelado señaló que "duele cuando un joven se quita la vida. Es algo que no nos deja indiferentes". Los jóvenes que se suicidaron "tenían un dolor en el alma, porque se insiste en promover una sociedad al margen de Dios o como si Dios no existiera", precisó.
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El Obispo explicó también que muchos de estos jóvenes "viven carentes de amor, carentes de sentido, carentes de trascendencia. Algunos de nuestros jóvenes no quieren vivir porque han perdido la esperanza".
Asimismo, recalcó que "el mundo y la sociedad se presentan para muchos jóvenes como algo hostil". "Dado que el suicidio es absolutamente contradictorio con el principio más propio de los seres humanos de cuidar la vida, nos interpela y nos impulsa a buscar las causas y las posibles soluciones", cuestionó.
Dentro de las causas posibles a estas lamentables tragedias, Mons. Chomali consideró la "concepción materialista de la vida" en la cual se cree que para ser feliz "hay que tener dinero, ser exitoso, ser un ganador". "Esto –continuó– lleva a que haya personas de primera categoría, los ganadores; y de segunda, los perdedores, quienes por supuesto bajo esta óptica sobran".
Finalmente, el Prelado chileno afirmó estar convencido de que "si queremos jóvenes más sanos, si queremos menos consumo de droga y de alcohol, si queremos menos suicidios, no queda otra opción que fortalecer a la familia" y también se debe "promover a todo nivel el valor de la dimensión religiosa del ser humano".
Hasta agosto de este año, el número de jóvenes que se han suicidado en Tongoy, pueblo ubicado en la ciudad de Coquimbo, se ha elevado a siete y todos se quitaron la vida por ahorcamiento.