El Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, aseguró en una reciente homilía que la fe íntegra, alimentada por la oración constante, garantiza la fidelidad de los sacerdotes.
En la Misa celebrada por la fiesta del ex-alumno, en el Seminario Mayor de San José, el Prelado argentino subrayó que "el sacerdocio católico puede comprenderse a sí mismo únicamente desde la fe; él es para sí mismo objeto de fe y tanto mejor perciba su propia identidad cuanto más viva, fervorosa e iluminada sea su fe".
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Mons. Aguer sostuvo además que "sólo será genuina, aquilatada, inquebrantable su fidelidad si él es íntegramente un hombre de fe", y aseguró que "en este requisito, en la prioridad de la fe, se basa la doble propiedad del sacerdote en cuanto discípulo y apóstol del Señor".
"La fe del sacerdote, discípulo y apóstol, conserva su vigor y lozanía, crece en pureza, ardor y luminosidad si es alimentada con la oración constante, a pesar del ritmo frenético de vida que hoy se nos impone y de las ocupaciones que pueden ser cada vez más absorbentes", destacó.
Finalmente, Mons. Aguer expresó su deseo de que los sacerdotes puedan ser "siempre y cada vez más discípulos fieles, hombres de fe, hombres de Dios, apóstoles intrépidos e incansables servidores del Evangelio, de la cruz y de la caridad que salva al mundo".
La Misa contó con la asistencia de los seminaristas, así como de quienes cumplían sus bodas sacerdotales de diamante, oro y plata.