El Servicio Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME) llamó a la sociedad civil a hacerse escuchar "con más fuerza y energía" para que las autoridades asuman el compromiso de ir al origen del crimen y no quedarse solo en la superficie del problema.
"¿De qué sirve cambiar de nombre las corporaciones policiales si la corrupción está en el interior? ¿A quién ayudará una nueva estructura si no hay cambio en la moralidad y en la ética? ¿Para qué aumentar las penas a los secuestradores y asesinos si los ministerios públicos y los jueces no cumplen con su tarea más elemental?", cuestionó el SIAME en un reciente editorial.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El texto reconoció que las autoridades federales y del DF han expresado su preocupación por el aumento de la violencia y han hecho propuestas. Sin embargo, "no van al fondo y parecen no comprender la gravedad de lo que estamos viviendo". "Las sugerencias de una y otra parte se quedan en la superficialidad y el ‘maquillaje’ político", denunció.
Por ello, llamó a los ciudadanos a hacerse escuchar por las autoridades para que vayan al fondo del asunto. "Deben exigir una mayor atención a la educación de los niños y jóvenes, en los valores y en la responsabilidad, en la observancia de las leyes y en el respeto a los demás", indicó.
El SIAME también señaló que los medios de comunicación deben asumir una mayor responsabilidad dados los "pésimos mensajes" y "modelos decadentes" que proponen diariamente.
"Debemos pedir una acción más decidida para erradicar el consumo de drogas, no sólo el narcotráfico. Debemos formar en la responsabilidad sexual y no limitarnos a repartir preservativos entre los jóvenes", indicó. También pidió fortalecer la familia y apoyar toda actividad que promueva los valores de la juventud.
El editorial también llamó a dejar de lado las pugnas ideológicas y las desmedidas ambiciones políticas, pues un país dividido se convierte "en campo libre para las peores expresiones de la delincuencia y la criminalidad".
La lucha contra la delincuencia, expresó, "es tarea de todos, es compromiso de la Iglesia, es responsabilidad del Estado, es una exigencia para los medios de comunicación".