El Papa Benedicto XVI expresó sus sentidas condolencias al enterarse del inesperado fallecimiento del Obispo de Bolzano-Bressanone, Mons. Wilhelm Emil Egger, quien lo acogiera en los días pasados en la región del Alto Adigio en donde el Pontífice transcurrió algunos días de sus vacaciones.
El Santo Padre, tras finalizar el rezo del Ángelus, comentó que había dejado a Mons. Egger "hace unos días aparentemente con buena salud. Nada hacía pensar en algo así de inesperado. Me uno al duelo de los familiares y de toda la diócesis, en la que era apreciado y amado por su esfuerzo y dedicación".
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"Al elevar al Señor una fervorosa oración de sufragio por este nuevo servio bueno y fiel, envío una especial y confortadora Bendición Apostólica al hermano religioso capuchino (del Prelado), a los demás parientes y a todos los sacerdotes, religiosos y religiosas, y fieles de la diócesis de Bolzano-Bressanone", concluyó el Papa.
Mons. Wilhelm Emil Egger, según indica una nota de prensa de la diócesis que gobernaba, falleció ayer a las 7:00 p.m. (hora local) víctima de un infarto. "Hoy a mediodía las campanas de todas las iglesias parroquiales han sonado por el luto durante diez minutos. Nacido en Innsbruck en 1940, ordenado sacerdote en 1965, Mons. Egger era Obispo de Bolzano-Bressanone desde 1986", finaliza el breve comunicado.