En un artículo publicado en el semanario Desde la Fe, el Canónigo Metropolitano, P. Sergio Román, alentó a los padres de familia a formar a sus hijos en el valor del pudor, el cual se basa en el respeto la dignidad del cuerpo y en el derecho a la intimidad.
"El pudor se aprende en el hogar. El pudor también es un valor que se debe enseñar a los niños, no sólo a las niñas. Se basa en el respeto a la dignidad del cuerpo y en el derecho a la intimidad", expresó el sacerdote, quien dijo que los padres "deben procurar que, tanto los hijos como las hijas, tengan la privacidad que necesitan, aunque esto sea muy difícil en los departamentitos modernos".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
En su artículo, el P. Román señaló que el cuerpo humano es bello y, a nuestros ojos, la obra más perfecta de Dios. "El pudor no es la vergüenza de mostrar un cuerpo feo o antiestético; es el recato con el que se guarda lo sagrado, lo que es expresión de un verdadero amor", explicó.
Indicó que "la naturaleza ha rodeado la sexualidad humana de incentivos sensibles que propician la procreación", y que "el ser humano ha llegado a buscar esa procreación de una forma responsable dentro de un digno sentimiento de amor". Señaló que "no se trata de procrear con cualquiera", sino "de encontrar con quién formar una familia".
"El pudor es reservar para el ser amado esos incentivos sensitivos y placenteros que llevan a tener hijos. El amor convierte el cuerpo humano en sagrado, en dádiva exclusiva para el ser amado", afirmó.
Sin embargo, el sacerdote señaló que "cuando exhibimos nuestro cuerpo sin recato, sin pudor, lo prostituimos porque provocamos en los demás sentimientos hacia nosotros a los que no tienen derecho, a no ser que deseemos ser propiedad pública, es decir, que nos prostituyamos aunque sea mentalmente".
"Cuando todavía son los papás quienes eligen la ropa de sus hijos, procuren no disfrazarlos de adultos ni ponerles ropa provocativa, aunque esté de moda.
Cuando son los hijos quienes eligen su ropa, no permitan que vistan inmoralmente y explíquenles por qué no son buenas ciertas modas", instruyó. "El recato –aclaró-, no está reñido con el buen gusto" en el vestir.
En ese sentido, el P. Román alentó a los padres a formar a sus hijos "en el aprecio de su cuerpo y en la preparación para el amor verdadero", presentando el cuerpo como algo bueno y no como algo malo o vergonzoso.
Por otra parte, la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de México, aclaró la tergiversación que varios medios hicieron de este artículo, al presentarlo "como una crítica social" a la forma de vestir, cuando "en realidad se trata de una orientación moral para la comunidad católica".
Explicó que el artículo lo que hizo es dar una serie de sugerencias a las jóvenes católicas "para evitar que su forma de vestir sea un pretexto para ser intimidadas, violentadas y atacadas sexualmente en una ciudad en donde la violencia de género forma parte de la vida cotidiana".
El artículo completo del P. Román puede leerse en: http://www.siame.com.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=3750&Itemid=1