El Obispo de Sigüenza-Guadalajara, Mons. José Sánchez González, recordó que la mayoría de las fiestas populares "que celebramos en nuestro ámbito cultural e histórico tienen origen cristiano" y por eso no deben "perder su origen y la memoria de lo que siempre fueron, fiestas religiosas".
"Buena parte de las fiestas que se celebran en nuestra diócesis se mantienen como fiestas religiosas, aunque es natural que a la celebración religiosa se incorporen la celebración familiar, o elementos lúdicos, artísticos, culturales, de entretenimiento y del folclore", afirmó el Prelado en una Carta Pastoral que tiene como título La Fiesta y que fue publicada ayer.
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Por eso "es frecuente oír decir ‘las fiestas de agosto’, ‘las fiestas de verano’, ‘las fiestas del pueblo’, ‘las fiestas de interés turístico internacional, nacional, regional, provincial, local’" olvidando que "hay en ellas lugar y tiempo para todo, pero en algunos casos lo religioso queda como un elemento más y no siempre el más importante".
"Todo es compatible dentro de un orden", aseguró Mons. Sánchez y advirtió del "peligro o riesgo que corren las fiestas religiosas en determinados ambientes" de perder su origen si es que los "elementos culturales, folclóricos, turísticos, económicos o de diversión" se ponen "sobre el sentido religioso y éste termine prácticamente desapareciendo".
Asimismo, precisó que la fiesta es algo esencial en el cristianismo porque se celebran "los acontecimientos más importantes de la vida de los creyentes y de las comunidades" y por eso la mayoría de las que se festejan en la localidad "tienen origen cristiano, independientemente de que algunas fueran colocadas coincidiendo con fiestas paganas o ancestrales para contrarrestar el influjo de religiones superadas o de supersticiones".