El Arzobispo de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, señaló que si bien el contexto en el que se encuentra la Iglesia ha cambiado, las tormentas que atraviesa y las decisiones que debe tomar son las mismas de hace dos mil años, cuando fue la fe la que sostuvo a los primeros cristianos durante las persecuciones.
Durante la Misa dominical, el Purpurado indicó que "quizá en nuestros días el escenario ha cambiado, lo mismo que las dimensiones del lago y de la misma barca (la Iglesia) en donde estamos más de mil millones de seguidores de Cristo, pero las tormentas son las mismas y las decisiones a tomar también deben ser las mismas".
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El Arzobispo recordó que así como los primeros cristianos tuvieron que mantener la fe para superar las dificultades, así también los católicos de hoy deben confiar en Cristo, que sigue repitiendo: "Ánimo, soy yo no tengan miedo".
El Cardenal Rivera también se refirió a la tarea evangelizadora. Dijo que "es cierto que en el anuncio del Evangelio debemos poner tanto entusiasmo como si todo dependiera de nuestro esfuerzo y de nuestras capacidades, pero sin olvidar nunca que ‘sin Él nada podemos hacer’; con la firme convicción de que no es nuestra barca sino su barca".
El Arzobispo de México recordó la necesidad de recurrir siempre a la oración, tal como lo hacía Jesús cuando se retiraba al "monte a solas para orar". "Siempre que va a iniciar algo importante en su vida, Jesús se concentra en la oración", señaló.
"Si recorremos la historia podemos constatar que siempre ha habido dificultades y que nunca han faltado tormentas a la Iglesia, sin embargo la travesía ya lleva dos mil años, sin que hasta ahora se haya hundido la nave que ante el mundo parece frágil", expresó.