La Comisión Episcopal para la Pastoral Social de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), llamó a los católicos a dar una "respuesta evangelizadora integral" a la pandemia del SIDA, es decir, que abarque el anuncio de la Palabra de Dios, la celebración de los Sacramentos y el servicio de la caridad.
En un comunicado, los obispos recordaron a los fieles que "una acción evangelizadora integral no puede prescindir de ninguna de las tareas fundamentales" de la Iglesia: anuncio de la Palabra de Dios, celebración de los Sacramentos y servicio de la caridad. Asimismo indicaron que éstas "son tareas que se implican mutuamente y no pueden separarse una de otra".
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En el marco de la 17º Conferencia Internacional de SIDA 2008 que se celebra en México, los prelados expresaron su solidaridad con las personas infectadas con el VIH, que "no es simplemente un virus", sino "un problema social complejo". Los obispos reafirmaron la dignidad humana de las personas infectadas y rechazaron toda discriminación que puedan sufrir.
Con respecto a las medidas de prevención, la comisión episcopal señaló que estas "deben ver al ser humano en toda su compleja realidad, en su contexto social y familiar".
La discusión, indicó, "no puede situarse solamente en la eficacia de una sola estrategia o de un medicamento, sino en el ser humano integral capaz de establecer y mantener relaciones interpersonales basadas en el respeto a sí mismo y a otras personas tanto en su cuerpo como en sus sentimientos y derechos".
En ese sentido, destacó que "el respeto a la institución natural del matrimonio, es un camino que disminuye en gran medida la propagación del VIH". Como se recuerda, la promoción de la abstinencia hasta el matrimonio y la fidelidad conyugal, ha sido el camino que ha permitido a Uganda reducir el porcentaje de personas infectadas.
Por otro lado, los prelados señalaron que aunque "los actuales adelantos en las terapias para el control del VIH, como los antirretrovirales, permiten ofrecer a las personas con VIH una expectativa de vida importante", la situación de pobreza impide a muchos acceder a estos beneficios "debido a sus altos costos".
"Las grandes trasnacionales han mostrado poca sensibilidad ante la muerte de muchas personas debido a su imposibilidad de adquirir los tratamientos del VIH. Los tratamientos se han destinado prioritariamente a las grandes ciudades", denunciaron.
En ese sentido, afirmaron que la justicia social es uno de los campos que se debe lograr para poder enfrentar al VIH/SIDA.
Finalmente, los obispos llamaron a los católicos a asumir compromisos concretos a favor de las personas con esta enfermedad, siguiendo el ejemplo de Cristo, quien es el Buen Samaritano.
"Todos y todas podemos hacer algo ante la realidad del VIH. Nuestra caridad y solidaridad con las personas con VIH debe incluir la asistencia, la promoción, la liberación y la aceptación fraterna", afirmaron.
La 17º Conferencia Internacional sobre el SIDA 2008 se realiza en Ciudad de México hasta el 8 de agosto y reúne a más de 22 mil delegados de todo el mundo.
El texto de los obispos puede leerse en: http://www.cem.org.mx/prensa/comunicados/2008/cepsvih080802.swf