Al comentar una frase del Presidente de Perú, Alan García, que el pasado 28 de julio hizo un llamado a "la reforma del alma de los peruanos", el Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, señaló que este pedido "no es una utopía", y debe ser puesto en práctica por cada peruano, así como por los poderes públicos.
Algunos comentaristas políticos criticaron al Presidente García por hacer una referencia a la "reforma del alma", señalando que ésta no correspondía al ámbito de la política o la economía.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
"La reforma del alma no es una utopía. Comprendo que en un cierto clima cínico sea motivo de burla; pero la frase y el contenido tienen una validez muy profunda, muy urgente y muy prioritaria", dijo el Cardenal.
"Evidentemente –agregó– no se reforma el alma a base de leyes y de cárceles; es una tarea prioritaria, y bien barata, que no requiere más que de decisiones personales, creo que sí es muy importante esa dimensión moral en la que está cada uno de nosotros y Dios".
El Arzobispo limeño destacó estas ideas durante la Misa y Te Deum por el 187º aniversario de creación de la Corte Suprema de Justicia y en el marco de las celebraciones por el Día del Juez.
Durante la homilía, el Cardenal Cipriani invitó a los miembros del Poder Judicial a reflexionar sobre su función dentro del Estado peruano. "Cuando formamos parte de un poder, en este caso, el Poder Judicial, adquirimos un compromiso especial de compartir el destino de este pueblo, vamos a poder ayudarlo o perjudicarlo, orientarlo o desorientarlo, pero es bueno que asumamos la responsabilidad", exhortó.
"El espíritu de servicio me dice que debo encontrar a Dios e ir hacia Él a través de mi trabajo, lugar privilegiado, junto a la familia donde me espera Dios. Por eso ¡Qué importante es en este trabajo entrenarnos en una vida de virtudes, de fortaleza, sinceridad, honestidad, de tantas otras virtudes que requiere una persona para ejercer bien su trabajo!", señaló.
El Primado peruano pidió finalmente a la Virgen María: "dales el suplemento de entusiasmo, ¡sí podemos!, ¡sí debemos seguir por este camino de levantar el prestigio y el respeto al Poder Judicial! Lo merecen, lo deseamos todos, y está en manos de todos el que se haga realidad", concluyó.