El Presidente del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), Oswaldo Payá Sardiñas, denunció nuevamente las condiciones inhumanas que padecen los presos en las cárceles cubanas, entre ellos los presos políticos de conciencia.
En una breve reseña, Payá Sardiñas relató los padecimientos de la población penitenciaria, como la falta de una adecuada atención médica, precarias condiciones de alimentación, hacinamiento, censura, requisas y maltrato por parte del personal penitenciario.
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En ese sentido, indicó que la "poca asistencia medica primaria y asistencial", la falta de medicinas y el poco personal médico, hacen que los reclusos estén expuestos a sufrir enfermedades y no recibir una adecuada atención.
"La prisión del Km. 5 y medio en Pinar el Río cuenta con solo un médico y una enfermera por cada 400 reclusos y dos estomatólogas por cada 200 reclusos, con además pésimas condiciones de trabajo, pocas medicinas y sin el instrumental necesario", señaló como ejemplo.
Asimismo, el presidente del MCL denunció la mala alimentación de los presos. Esto, indicó, hace que los reclusos padezcan "frecuentes trastornos digestivos e infecciones estomacales severas".
"Los utensilios para servir los alimentos carecen de higiene, al igual que el personal que los elabora. Son utilizadas cubetas de los mismos presos para servir le leche aguada del desayuno, y esas cubetas son empleadas también para bañarse y lavar y hasta descargar letrinas", relató.
Otro de los maltratos que sufren los presos comunes y políticos es el hacinamiento de los dormitorios, sumado a la falta de agua potable. "Las redes sanitarias están en muy mal estado por lo que las tupiciones y las filtraciones de aguas albañales a través de las paredes de las celdas son abundantes sobre todo en los pisos inferiores de las edificaciones", indicó.
Oswaldo Payá también se refirió a la censura imperante en los presidios. Se corta a las personas el derecho a la libertad de expresión, además de la censura literaria. Indicó que "en vísperas de cualquier visita o inspección", se reúne a los presos y se imparten "las reglas que regirán durante la permanencia de la visita en el penal". "El recluso que se queje durante la inspección puede ser sacado de su área, algo que emocionalmente desestabiliza a los presos", señaló.
A todo esto, indicó, se suman las requisas de cartas y libros como instrumento de intimidación; así como el maltrato por parte del personal penitenciario, el cual "no se escoge ni se forma adecuadamente para trabajar en las prisiones". "No se tiene en cuenta su integridad moral, su sentido de la humanidad y su nivel intelectual o profesional", denunció.
Finalmente, el informe presenta el estado de salud de los presos políticos, especialmente de aquellos que contrajeron enfermedades dentro de la prisión. Entre ellos están Regis Iglesia Ramírez, Efrén Fernández Fernández, Augusto Villareal Acosta, Blas Giraldo Reyes Rodríguez, entre otros.
El informe completo puede leerse AQUÍ