El Obispo de Banja Luka, Mons. Franjo Komarica, señaló que Bosnia necesita de la verdad y la conversión para lograr un futuro verdadero después de la guerra que se vivió en la ex Yugoslavia entre 1992 y 1995.
El Prelado dio estas declaraciones a la asociación Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), a raíz de la reciente detención de Radovan Karadzic, ex líder serbobosnio acusado de la masacre de casi ocho mil musulmanes en Srebrenica y del asedio de 43 meses de Sarajevo, durante el cual murieron más de diez mil personas.
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Mons. Komarica señaló la importancia de que los responsables de las masacres rindan cuentas de sus atrocidades, pero también llamó a "rezar por todos aquellos que se han ensuciado las manos con las crueles atrocidades cometidas en la última guerra de Bosnia". El Prelado recordó que la Iglesia pide rezar por estas personas porque "necesitan una conversión personal".
El Obispo denunció que los políticos locales carecen de voluntad para hacer que los responsables rindan cuentas. Advirtió que "la pasividad y la calma cimientan los actos", a la vez que recordó que "el Evangelio nos enseña a llamar a los actos y a sus autores por su nombre".
Añadió que es tarea de la Iglesia servir a la verdad y que solo ésta, de la mano con la justicia, devolverá a muchas personas la posibilidad de retornar a su país.
Según AIN, en la guerra de los Balcanes (1992-1995) murieron en Bosnia-Herzegovina más de 243 mil personas, y otros dos millones fueron desplazadas a raíz de la redistribución territorial.