Durante la inauguración del curso de verano "Ángel Herrera Oria y la modernización de España", el Arzobispo de Toledo y Primado de España, Cardenal Antonio Cañizares, denunció la existencia en España y en el mundo occidental de una revolución social directamente dirigida a minar las raíces cristianas de Occidente.
Ángel Herrera Oria (1886 - 1968) fue una de las figuras cumbres del catolicismo español del Siglo XX. Fundó, siendo laico, abogado y periodista, la Asociación Católica Nacional de Propagandistas (ACNP) y la Editorial Católica. Llamado por Dios al sacerdocio, cumplió una importante labor formativa y promotora del laicado, fue nombrado Obispo de Málaga; asistió al Concilio Vaticano II, donde colaboró en la redacción de la Gaudium et Spes y fue creado Cardenal por el Papa Pablo VI.
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En su honor, la Asociación Católica de Propagandistas y la Universidad San Pablo CEU en Santander –tierra natal de Herrera Oria– organizan un curso de verano sobre la relación entre fe y vida pública.
Durante la presente edición, el Cardenal Cañizares, denunció la existencia en España de un proyecto que se presenta como un movimiento de "modernización"; pero que "en realidad busca modificar la realidad social y cultural de España, transformando su identidad".
"Ese proyecto social y cultural pretende configurar una sociedad laica sin ninguna referencia religiosa y moral tratando de imponer un pensamiento nihilista, eliminando de forma deliberada todo lo católico en la vida pública"; dijo el Purpurado.
El Arzobispo explicó, sin embargo, que se trata de "un clima general en Occidente pero que en España tiene una especial intensidad".
"Se trata –agregó– de un gran proyecto cultural apoyado por fuerzas poderosas, a veces ocultas, que van desde los medios de comunicación hasta la escuela".
El Cardenal Cañizares señaló que los promotores de este proyecto "han puesto a la Iglesia Católica en su punto de mira", pues encuentran en ella y en la familia los principales obstáculos a sus planes. "Así, se presenta a la Iglesia como enemiga de la democracia y de la modernización, contraria a la ciencia y al progreso, adversa a la libertad, enemiga del bienestar o como promotora de la división, la confrontación y la violencia… buscando el arrinconamiento de lo religioso a lo íntimo y privado", agregó.
Según el Purpurado, "el silenciamiento de Dios es el acontecimiento fundamental de estos tiempos", "no hay otro que se le pueda comparar en su radicalidad y en la gravedad de sus consecuencias".
En el diseño de esta nueva sociedad, explicó el Arzobispo de Toledo, el relativismo juega un papel destacado, pues "al no conocer nada como definitivo, está en el centro de una sociedad que duda constantemente de sí misma. No hay derecho, sino derechos que se reducen o amplían según la voluntad del que legisla. En todo ello hay una concepción del hombre como ser autónomo de la voluntad de Dios, que no cuenta".
El Cardenal Cañizares puso el aborto como la "expresión más elocuente" de lo que está sucediendo. El aborto, señaló, "no es sólo una cuestión moral, sino que es algo que define lo que estamos viviendo en España y en Europa".
"El aborto es la violación al derecho más fundamental, el derecho a la vida… y representa un crimen contra la persona y la sociedad perpetrado contra seres humanos débiles e indefensos", explicó.
"No tardará mucho para que la sociedad se avergüence del aborto, al igual que se avergüenza de la esclavitud o de los grandes genocidios", porque "quien niega el derecho a la vida está en contra de la democracia y nos conduce al desastre", concluyó.
El Cardenal invitó finalmente a "no perder la esperanza", porque "la Iglesia es la que puede dar una respuesta de esperanza al hombre y a toda la humanidad".
"Algunos creen que ante las tempestades Cristo se ha bajado de la Iglesia, y esto no es así, Cristo nunca se separa de la Iglesia. Por ello, en el momento en el que vivimos, es muy necesaria la presencia y la actuación de los herederos de don Ángel Herrera Oria", concluyó.