El director de L'Osservatore Romano (LOR), Giovanni Maria Vian, dedicó su último editorial a destacar la importancia de la encíclica Humanae Vitae de Pablo VI como "signo de contradicción" en el mundo actual y en el tiempo en que fue publicada, al celebrarse hoy los 40 años de su aparición en 1968.
En el artículo titulado "Un signo de contradicción", Vian recuerda que "hace cuarenta años, el 25 de julio de 1968, Pablo VI firmaba la Humanae Vitae, la encíclica que condenaba la anticoncepción con métodos artificiales, el hedonismo y las políticas de planificación familiar, con frecuencia impuestas a los países pobres por aquellos más ricos".
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Seguidamente señala que "apenas publicado, el 29 de julio, el texto generó una oposición sin precedentes al interior de la misma Iglesia Católica".
"Raramente un texto de la historia reciente del Magisterio –escribe en 1995 el Cardenal Joseph Ratzinger– se ha convertido tanto en un signo de contradicción como esta encíclica que Pablo VI ha escrito a partir de una decisión profundamente dolorosa'".
Tras precisar que "sobre este tema crucial el Papa Montini no cambió su actitud", Vian subraya que la Humanae Vitae "es coherente con las importantes novedades conciliares sobre el concepto de matrimonio".
A continuación el director de LOR destaca que en la encíclica en cuestión, Pablo VI subraya que "si no se quiere exponer al arbitrio de los hombres la misión de engendrar la vida, se deben reconocer necesariamente unos límites infranqueables a la posibilidad de dominio del hombre sobre su propio cuerpo y sus funciones; límites que a ningún hombre, privado o revestido de autoridad, es lícito quebrantar".
Giovanni Maria Vian recuerda luego que antes de la Humanae Vitae una comisión pontificia tuvo el encargo, culminado en 1966, de hacer un estudio de población, familia y natalidad que lamentablemente concluía a favor "de la anticoncepción en el marco de una 'paternidad responsable'. Sin embargo Pablo VI no se sintió ligado a estas conclusiones, y por su decisión fue criticado y atacado".
"Auténtico signo de contradicción, la Humanae Vitae no es recordada con mucho gusto, ciertamente por su enseñanza exigente y contracorriente. Pero también porque no es útil para el juego recurrente que pone a los Papas uno contra otro, método tal vez útil desde el punto de vista historiográfico para delinear obvias diversidades, pero para ser rechazado cuando es usado instrumentalmente, como sucede con frecuencia sobre todo en el panorama mediático", relata.
El director de LOR recuerda también que los cardenales Karol Wojtyla y Joseph Ratzinger apoyaron la Humanae Vitae; y resalta que esta encíclica enfrenta el "problema del control de los nacimientos, que ya el 23 de junio de 1964 el Papa (Pablo VI) definía como 'extremadamente grave' porque 'toca los sentimientos y los intereses más cercanos a la experiencia del hombre y la mujer'".
Para leer el artículo completo, puede ingresar a: http://www.aciprensa.com/Docum/documento.php?id=182