El Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, criticó el papel de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en el mundo por lo que describió como "doble cara", que por un lado defiende los derechos humanos; pero por otro promueve el aborto.
Durante una Misa celebrada en la Catedral de la capital mexicana, el Cardenal advirtió que "la civilización que hemos logrado alcanzar a través de siglos de esfuerzo tiene enormes grietas"; porque "los avances científicos maravillosos que deberían ayudar al progreso humano se han convertido en armas mortales".
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"Más aún, los sistemas económicos y medios de comunicación que deberían ayudar a hermanar y a quitar barreras, se convierten en frecuencia en creadores de abismos", agregó.
Como ejemplo de esta tendencia, el Purpurado se refirió a la "ambigüedad y doble cara" de la ONU "que por un lado se presenta como vigilante de los derechos humanos y al mismo tiempo es promotora de la violación de la garantía fundamental más importante del ser humano: la vida".
El Cardenal Rivera llamó a los católicos mexicanos a "no permanecer de brazos cruzados frente al progreso del mal en el mundo, ni pensar que los problemas son irremediables"; y advirtió que "el cansancio y la pereza de los que nos decimos buenos agrava esos problemas".
El Arzobispo de México advirtió también contra "la tentación que muchos tienen de arreglar las cosas con la violencia, olvidando que la violencia engendra violencia y que la fuerza, los insultos y las descalificaciones sólo sirven para crispar los ánimos".
Finalmente, el Cardenal Rivera Carrera destacó que el mundo no se divide en "hijos de las tinieblas y de la luz; más bien todos estamos heridos por el pecado, participando de las tinieblas y de la cizaña. Pero también todos somos llamados y estamos destinados, si así lo aceptamos, a convertirnos en luz".