El Pontificio Consejo para la Cultura, que preside el Arzobispo Gianfranco Ravasi, está auspiciando en Bagamoyo (Tanzania), el encuentro "Perspectivas pastorales para la nueva evangelización en el contexto de la globalización y sus efectos sobre las culturas africanas".
El encuentro, que se celebrará del 23 al 26 de julio, "forma parte de una serie de iniciativas cuyo objetivo es promover la pastoral de la cultura en las diferentes partes del mundo", dice un comunicado del Dicasterio.
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Del evento participarán los miembros y los consultores africanos del dicasterio y los obispos responsables de la pastoral de la cultura en sus respectivas conferencias episcopales; quienes centrarán la atención en la evangelización de las culturas, con un énfasis especial en las cuestiones concernientes a la secularización.
"En el contexto actual –dice el comunicado– fuertemente marcado por los efectos de la globalización sobre el ambiente cultural y sobre el modo de vivir de las personas, la Iglesia se esfuerza por promover la inculturación de la fe y un nuevo humanismo cristiano que permita a los hombres y a las mujeres en África ser plenamente africanos y plenamente cristianos".
El Cardenal Polycarp Pengo, miembro del Pontificio Consejo de la Cultura, clausurará el encuentro con un discurso sobre el tema: "La Iglesia, familia de Dios, y la respuesta a los desafíos planteados por la difusión de modelos culturales extraños a las culturas africanas".
Las sesiones se celebrarán en el Centro Cultural Católico "Bagamoyo", de los Padres Espiritanos. Bagamoyo ha sido uno de los mayores puertos para el comercio de esclavos que partían de África Central y del Este y eran enviados a los mercados de Zanzíbar. Centenares de miles de personas eran capturadas en las zonas internas del continente y posteriormente embarcadas desde este puerto.
En 1868 se inauguró una misión para personas que lograron escapar de los comerciantes de esclavos o que fueron rescatadas por los mismos misioneros.
"Al elegir el tema, los organizadores no ignoran el hecho de que la secularización conlleva una forma de esclavitud moderna, no menos opresiva ni menos alienante para la dignidad de la persona humana, respecto a la esclavitud del pasado", dice el comunicado del Pontificio Consejo.