Josep Miró i Ardèvol, miembro fundador de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), anunció su renuncia al partido debido al acoso que dentro de esta agrupación experimentan los católicos que quieren vivir coherentemente su fe.
"Un católico sólo puede sobrevivir políticamente en CDC si calla. Si opina y cuestiona lo que públicamente defienden determinados candidatos y cargos electos del partido, en relación a materias que desde la pertinencia a la Iglesia, no se pueden asumir, es expedientado por falta muy grave. Es mi caso", expresó en su blog.
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Josep Miró señaló que su retiro del partido ocurre luego de un largo proceso de reflexión, que terminó en la carta dirigida en junio pasado al Secretario General del CDC, Artur Mas, comunicando su alejamiento.
Miró dijo en su blog que "los hechos sucedidos durante y después de las pasadas elecciones manifiestan la incompatibilidad entre la afiliación a CDC y el querer vivir de manera coherente con lo que la Iglesia propone", como la defensa de la vida, el matrimonio, "los derechos de los niños a tener padre y madre, y el derecho de los padres a educar a sus hijos de acuerdo con sus creencias moral y religiosas".
En ese sentido, criticó que la dirección del partido permita que determinados candidatos "asuman compromisos de legislatura a título personal sobre materias que el partido no contempla en su programa" y los afiliados "no tengamos ni siquiera el derecho a manifestarnos en favor de otras posiciones".
"De una parte se dice que hay libertad de conciencia en aquellas materias, por otra se reprimen las opiniones que no asumen la ideología de género", denunció.
El ahora ex miembro de CDC aclaró que su alejamiento de esta agrupación "está exento de todo afán polémico". Sin embargo, señaló que era necesario expresar las razones de su retiro "después de tantos años" de pertenencia.