El rezo del Rosario, que desde hace años impulsan numerosas organizaciones católicas y que el Presidente Álvaro Uribe ha convertido en práctica característica de su Gobierno, es para cada vez más colombianos el secreto detrás del nuevo momento que atraviesa el país y el "arma secreta" que permitió el reciente rescate sin un solo tiro de 15 secuestrados en poder de las FARC.
Según Lidia Ríos, representante de la Legión de María en Medellín, son miles los colombianos que desde hace tres años rezan el Rosario por la liberación de los numerosos secuestrados que la guerrilla mantiene en cautiverio.
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"Todos hemos rezado mucho al Señor y a la Santísima Virgen para que está liberación tuviera el éxito que tuvo, y no nos hemos quedado tranquilos sino que seguimos orando y seguiremos orando por esta intención", señaló Ríos a ACI Prensa a propósito de las declaraciones del mandatario, quien poco después del rescate de los rehenes, incluyendo a la política Ingrid Betancourt, aseguró que "el operativo tuvo la luz del Espíritu Santo, la protección de nuestro Señor y de la Virgen en todas sus expresiones".
Según Ríos, el éxito que Uribe está logrando contra la violencia en Colombia obedece "a esa devoción y esa entrega que tiene a Jesús y María" y si se ha salvado de enemigos y atentados es gracias a que "el Señor y la Virgen lo han librado y lo siguen acompañando, porque él constantemente los invoca y está trabajando de la mano de la Iglesia".
"Gracias a Dios estamos empezando a ver una luz en Colombia, y eso es lo que creen todos los secuestrados que han sido liberados", indicó Ríos.
En efecto, la propia Ingrid Betancourt que se confesaba católica no practicante antes de su secuestro, declaró a la prensa que su rescate es un milagro de la Virgen.
"Estoy convencida de que esto es un milagro de la Virgen. Para mí, su mano en todo este suceso es algo muy claro", declaró luego de seis años en manos de las FARC.
Clara Rojas, su ex compañera de labor política que la acompañó en el secuestro y fue liberada hace unos meses, declaró a la prensa que "durante el secuestro, nos encomendamos mucho a ella, le rezamos mucho el rosario y hablamos de que, cuando saliéramos, le íbamos a dar las gracias".