El Obispo de Santander, Mons. Vicente Jiménez Zamora, señaló al condenar la eutanasia que "el derecho a vivir –y el correspondiente deber de respetar la vida– es un presupuesto para la legitimidad del orden legal y civil, y para la justificación de la existencia del mismo Estado".
En la carta publicada en el sitio web de su diócesis titulada "¿Derecho a la eutanasia?", el Prelado explicó que "el drama de la eutanasia no es sólo una cuestión moral; es también un problema de orden legal. Cada día son más los países que se están planteando su regulación jurídica, incluida España".
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"Como enseñan algunos de los más importantes yusnaturalistas modernos, defensores del derecho natural, el derecho a la vida es un derecho fundamental de carácter pre-político, en el que se basa todo el sistema de defensa y tutela de los derechos humanos. El derecho a vivir –y el correspondiente deber de respetar la vida– es un presupuesto para la legitimidad del orden legal y civil, y para la justificación de la existencia del mismo Estado", explicó.
El Obispo también recordó que la enseñanza de la moral cristiana sobre la eutanasia es clara y está establecida en el Catecismo de la Iglesia Católica, que en su numeral 2277 precisa que la eutanasia "es moralmente inaceptable". Del mismo modo el Prelado español indicó que "la condena de la eutanasia por parte del Magisterio de la Iglesia no es fruto de una visión contraria a la ciencia y al sentimiento humanitario, sino al contrario, es fruto del sentido y del amor a la vida humana".
"La ética cristiana parte de dos postulados muy concretos: que la vida es un don de Dios, por lo que sólo Él es dueño de ella, y el hombre es administrador; y que Dios es también el Señor de la muerte, y que, por ello, sobrevendrá en el momento que Dios quiera y como Él disponga", dijo.
Seguidamente recordó como el Siervo de Dios Juan Pablo II rechazó la eutanasia en la encíclica Evangelium Vitae: "de acuerdo con el Magisterio de mis Predecesores y en comunión con los Obispos de la Iglesia católica, confirmo que la eutanasia es una grave violación de la Ley de Dios, en cuanto eliminación deliberada y moralmente inaceptable de una persona humana... Semejante práctica conlleva, según las circunstancias, la malicia propia del suicidio o del homicidio".