El Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, advirtió que "aún hay sectores de la Iglesia que, o bien no escuchan el magisterio pontificio, o bien lo critican de la misma manera que se hace en el mundo, en el orden secular, o bien se han plegado a un cierto movimiento de desobediencia, de impugnación o de discusión de lo que el Papa hace o enseña".
Así lo advirtió el Prelado en su reflexión televisiva semanal, en la que precisó que esta desobediencia al Papa y esta tendencia a no ser dóciles a sus enseñanzas, "no se trata de una cuestión sociológica o de organización; aquí falla la catolicidad de la fe".
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Tras explicar que en la sociedad actual existe esta reticencia y repudio a las enseñanzas del Santo Padre, el Prelado platense advirtió que "lo peor de todo es que, en las últimas décadas se ha notado dentro mismo de la Iglesia una cierta reticencia. Se ha ido afianzando en algunos sectores lo que Benedicto XVI ha llamado una hermenéutica de la discontinuidad y la ruptura".
Mons. Aguer dijo que con esta actitud soberbia de algunos miembros de la Iglesia Católica hace que se perciba un ambiente en el que se descubre que "como que la Iglesia de hoy, conducida por Benedicto XVI, estaría en contra del Concilio Vaticano II porque conciben a este Concilio como un comienzo nuevo y esencial en contra de toda la gran tradición católica".
Ante esta situación, precisó el Arzobispo de La Plata, es necesario tener en cuenta que "el ministerio petrino y la autoridad que tiene el Santo Padre sobre los fieles; su autoridad es un servicio del cual todos los católicos necesitamos, porque el Sucesor de Pedro es quien nos marca la orientación correcta en el orden de la fe y el que anima la comunión de caridad en la Iglesia toda".
"No es el de un teólogo particular, sino que es la orientación que el Pastor Universal de la Iglesia nos da a todos, pastores y fieles, para los cuales ejerce un servicio de caridad y de verdad que es imprescindible para conservar nuestra plena adhesión a Cristo y nuestra plena condición de católicos", resaltó.
Finalmente dijo que "por eso valga este recuerdo como una exhortación a renovar nuestra fidelidad a la verdad católica, a la gran tradición de la Iglesia y nuestra adhesión a aquel que como Sucesor de Pedro es el gran Pastor que nos guía".