El Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani, recordó que todos "tenemos que reclamar la responsabilidad que los padres de familia y que cada ser humano tiene en el empleo de la libertad", pero cuando se emplea "en contra de la dignidad humana, de la seguridad y del derecho a la paz se sale del ordenamiento y esto tiene que ser castigado".
"No es una cosa represiva, sino la necesidad de orientar la libertad poniéndole límites a la mala conducta", precisó el Purpurado en su programa radial Diálogo de Fe el pasado sábado 28 de junio al referirse a la violencia generada a partir de las pandillas de jóvenes que se incrementan cada vez más en la capital peruana.
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Asimismo, indicó que "las pandillas son grupos organizados que de manera abierta desafían la convivencia", y aseguró que estos grupos están unidos por "un espíritu de destrozar al otro, siendo esto una reacción que no es serena y humanamente normal".
Ante esta situación es necesaria una buena educación, que debe darse en "la familia, la escuela y el municipio" por ser "instancias muchos más naturales" que "la policía, para solucionar este problema social", afirmó el Cardenal Cipriani.
En ese sentido pidió a "las familias, colegios y municipios para que entre todos pongamos orden en una dimensión social" pues si bien "a la Iglesia le corresponde animar y orientar en esta política de crear unos valores más serios" la "sociedad tiene que responder con las instituciones que tiene".
"Primero de todo es la familia, que debe participar en la vida de la escuela de sus hijos y que de manera organizada puede establecer el tipo de reuniones a los que van sus hijos", aseguró el Arzobispo de Lima. Por su parte los "municipios pueden establecer el tipo y las horas de las reuniones que se realizan en la ciudad, evitando a su vez la venta de licor y de drogas en ellas", agregó.
En otro momento, el Arzobispo de Lima habló de la iniciativa del Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, de tener su propia "Iglesia Católica Reformada" y comentó que esto es un desafío al mismo Dios.
"Es muy triste ver como ese señor se pone en nombre de Dios y juega con las palabras y los sentimientos, pero para quienes pertenecemos a la Iglesia Católica, Apostólica y Romana sabemos que la verdad y la palabra está en Cristo", concluyó.