Ante los arzobispos metropolitanos que ayer recibieron el palio en Roma, el Papa Benedicto XVI recordó que al amor por Cristo no se debe anteponer nada pues de Él deriva la misión del pastor.
"La condición del servicio de cada pastor es el amor a Cristo, al que no se debe anteponer nada", indicó.
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El Papa recordó la pregunta de Jesús a Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?", y pidió que "resuene siempre en nuestros corazones, y que suscite cada vez de un modo nuevo y conmovedor, nuestra respuesta: "Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo". De este amor por Cristo se deriva la misión: "Apacienta mis ovejas"; misión que se resume sobre todo en el testimonio de Él, el maestro y el Señor: "¡Sígueme!".
El Papa recibió este mediodía a los 40 arzobispos metropolitanos que ayer recibieron el palio durante la celebración eucarística en la basílica vaticana, acompañados por sus familiares.
El Santo Padre saludó a cada uno de los arzobispos metropolitanos en sus diferentes lenguas, y afirmó que "la imagen del cuerpo orgánico aplicada a la Iglesia es uno de los elementos fuertes y característicos de la doctrina de San Pablo, y por eso, en este año jubilar dedicado a él deseo confiar a cada uno de vosotros, a su protección celestial. Que el Apóstol de las gentes os ayude a que las comunidades que se os han confiado crezcan unidas y misioneras, concordes y coordinadas en la acción pastoral, animadas por un constante impulso apostólico".