El Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, Mons. Silvano Tomasi, alentó ante esta organización mejorar la ayuda para ayudar a los refugiados en todo el mundo; en su discurso pronunciado el 24 de junio pasado.
En su intervención, el Nuncio señaló que existen una serie de paradojas ante los refugiados en distintos países, pues mientras muchas personas buscan asilo, la acción política les plantea grandes restricciones. "En el proceso, las víctimas genuinas de los abusos de derechos humanos básico y de hostilidad específica son confusamente catalogados con otras personas en movimiento", precisó.
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Tras advertir que la situación de muchos desplazados es todavía precaria, ya que muchos refugiados se encuentran en regiones inestables, el Prelado señaló que solo cinco por ciento de los refugiados son aceptados en países ricos, mientras que unos seis millones sufren la situación previamente descrita.
Luego de alentar distintas propuestas para ayudar a los refugiados, el Arzobispo dijo que estos deben tener el derecho a la alimentación en los campos creados para ellos y así no tener que correr el peligro de ser arrestados o deportados. Seguidamente destacó que "más países deben hacer accesible el asilo a quienes lo buscan para cumplir una responsabilidad que debe ser compartida de acuerdo a las posibilidades de cada país o región por la seguridad del bien común".
Sin embargo, añadió, los países también deben tener canales adecuados para la entrada legal de refugiados para que no busquen ellos la manera de ingresar con los inmigrantes ilegales, arriesgándose a sufrir "extorsiones y abusos" en esos grupos.
Finalmente, Mons. Tomasi exhortó a que la detención de refugiados sea considerada solo como ultimo recuerdo y debe ser evitado en el caso de menores, quienes se traumatizan de manera más intense por una detención forzada.