El Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco, indicó que "no se ve hoy razón que justifique el cuestionamiento del actual sistema español de regulación jurídica de las relaciones Iglesia-Estado".
En su discurso de investidura miembro de la Real Academia de Doctores, el Arzobispo sostuvo que la relación Iglesia-Estado "merece ser respetada y mejorada al servicio del bien común".
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"La actual perspectiva jurídica española aporta una buena solución para la problemática actual de las relaciones, tanto si se la valora a la luz de la historia jurídica del problema como si se la ve y considera dentro del horizonte científico del derecho eclesiástico comparado de las naciones con mayor tradición democrática de Europa y América", indicó.
Asimismo, precisó que la relación Iglesia Estado es una cuestión siempre viva que pertenece, por su propia naturaleza, a "realidades permanentes y esenciales de la persona".
Según el Purpurado, los acuerdos de 1976 y 1979 "adoptan para al España del Estado democrático, libre y social de derecho, de la monarquía parlamentaria, los principios éticos y jurídicos fundados en la doctrina de los derechos fundamentales de la persona humana y en la práctica de inserción limitadora de la soberanía del estado en el marco normativo del derecho internacional".
Finalmente, explicó que las perspectivas actuales de las relaciones Iglesia-Estado se muestran favorables para "un desarrollo presente y futuro de las mismas", pero siempre que "se pongan al servicio de un bien superior de la persona y del bien común" y se respeten "las doctrinas jurídicas y filosófico-teológicas que las han iluminado".