El Papa Benedicto XVI exhortó a las "autoridades y a los hombres de buena voluntad, especialmente en el querido continente africano, a comprometerse cada vez más por un mundo pacífico, fraterno y solidario", al recibir las cartas credenciales del nuevo Embajador de Gabón ante la Santa Sede, Firmin Mboutsou.
En su discurso, el Santo Padre destacó las buenas relaciones existentes entre este país y la Santa Sede desde hace 40 años; y recordó que "sin justicia, sin la lucha contra toda forma de corrupción, sin el respeto de las reglas del derecho, es imposible construir una paz verdadera, y está claro que los ciudadanos tendrán dificultades para otorgar confianza a sus dirigentes; es más; sin el respeto de la libertad de cada individuo, no puede haber paz".
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En este contexto, el Papa afirmó que la Iglesia está dispuesta a colaborar y a apoyar "a todas las personas que se preocupen primordialmente de establecer una sociedad que respete los derechos más elementales del ser humano y que quiera construir una sociedad para el ser humano".
Asimismo, el Pontífice resaltó que "la Iglesia contribuye y desea contribuir cada vez más a la educación de los hombres, mujeres y niños, sin distinción, respetando a las personas y sus culturas, transmitiendo a cada uno los valores espirituales y morales indispensables para el crecimiento del ser humano". "La Iglesia desea mantener y desarrollar una enseñanza de calidad, para lo cual es necesario el apoyo confiado de las autoridades y de los diferentes servicios del Estado", agregó.
"Asimismo –continuó– en su larga tradición, participa en la educación sanitaria" y expresó su deseo que gracias a un acuerdo, el país "reconozca plenamente y sostenga este servicio caritativo", que "tendrá efectos benéficos sobre la presencia religiosa y el dinamismo de las estructuras en el ámbito sanitario y social".
El Papa concluyó subrayando que "el futuro a menudo está relacionado con las cuestiones puramente económicas, que son el origen de numerosos conflictos. Los habitantes del país deben ser los primeros beneficiarios del producto de las riquezas naturales de la nación y hay que hacer todo lo posible para una mejor protección del planeta, dejando a las generaciones futuras una tierra realmente habitable, capaz de alimentar a todos sus habitantes".