El Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, exhortó a los argentinos a responder a la invitación del Santo Padre a celebrar el Año Paulino pero no solo leyendo las Cartas de San Pablo; sino sobre todo recogiendo "el ejemplo del Apóstol para convencernos de que todo discípulo de Cristo es también un misionero".
Tras recordar que el próximo 28 de junio comienza el Año Jubilar Paulino, proclamado por el Papa Benedicto XVI para conmemorar los dos mil años del nacimiento del Apóstol de gentes, el Prelado pidió a los feligreses poner atención en lo que "él significó para el cristianismo naciente y en lo que significa, todavía hoy, para los cristianos".
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San Pablo "no era un gran retórico, no tenía grandes condiciones oratorias ni una presencia avasallante, sino que lo que lo impulsaba era un fervoroso amor a Cristo y que, en ese sentido, es también nuestro modelo", señaló.
"Nosotros tenemos sus cartas" en las que "nos encontramos con la frescura del Evangelio en su sonido inicial y más genuino", además se tiene "un retrato del Apóstol, la confesión de lo que era su relación con Cristo y sus aspiraciones en la extensión del Reino de Dios", agregó el Arzobispo de La Plata.
Asimismo, recordó que "es verdad que Jesús a los doce apóstoles, antes de su partida, les había encomendado: ‘Vayan por todo el mundo y hagan que todas las naciones sean discípulos míos’. Pero, ciertamente, es Pablo quien efectivamente logra que salten las trabas que inicialmente se pusieron".
El Año Paulino "es un período muy interesante para que asumamos esta invitación de la Iglesia y nos dediquemos, no sólo a cumplir con las celebraciones que se estipulen en cada lugar, sino también a leer o a releer las Cartas de San Pablo", y al hacerlas "objeto de nuestra meditación, de nuestra oración" se pueda recoger "el ejemplo del Apóstol para convencernos de que todo discípulo de Cristo es también un misionero", indicó.
"Todos estamos llamados de algún modo, aunque sea en una pequeña medida, a cultivar aquella lucidez y aquel fervor con el cual Pablo se consagró a la tarea de extender en la tierra en Reino de Dios", concluyó Mons. Aguer.