El Arzobispo de Valladolid, Braulio Rodríguez Plaza, apoyó a los padres que han optado por la objeción de conciencia a la asignatura de Educación Para la Ciudadanía y sienten "desazón" ante la "amenaza real" de la educación española tras los "decretos del Gobierno socialista".
Así lo explicó Braulio Rodríguez en su Carta Pastoral semanal recogida por Europa Press, donde también señaló que los padres objetores, al igual que "otros muchos", consideran que en el país existe una "verdadera emergencia educativa".
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En este sentido, lamentó no tener "casi ninguna solución" que aportar a los padres católicos puesto que, en su opinión, son ellos quienes "han de afrontar estos días con toda responsabilidad", aunque si matizó que podrá prestar ayuda para "vivir con paz y serenidad estos momentos decisivos de sus hijos".
Por ello, consideró que una actitud "fundamental" radica en "acompañarles", con la valoración "de sus personas, sean cuales fueren los resultados del curso". Pero esto no significa, a su juicio, "que dé lo mismo este o aquel resultado", sino que hay que saber "aprovechar la circunstancia para que el futuro cambie y la vagancia o el poco aprovechamiento del hijo no sea sólo ocasión de reproche" y examinar también cuál ha sido la ayuda que los padres "han prestado a la educación de sus hijos".
Asimismo, el prelado aprovechó el final de curso para recordar a los padres católicos que deben "evaluar" los avances ha habido en la educación cristiana de los pequeños, adolescentes y jóvenes.
Tal y como manifestó, en ocasiones "todo el esfuerzo que se ha hecho en el curso", con la asistencia a clase de religión y a catequesis parroquial, "se estropea en quince días de malas vacaciones, porque no se sigue acompañando a los niños", sobre todo a aquellos "que acaban de celebrar su primera comunión" y los padres o la parroquia no les invitan a "proseguir" su integración en la comunidad cristiana y hacer "la segunda comunión, la tercera y sucesivas".