En una Misa celebrada el lunes 16 en la Catedral de Westminster, el Presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Episcopado de Inglaterra y Gales, Mons. Roger Francis Hollis, destacó que pese a la violencia y a la persecución de extremistas musulmanes, "la luz de la fe está viva" en los cristianos iraquíes.
Según informa L'Osservatore Romano, el también Obispo de Portsmouth visitó recientemente las localidades iraquíes de Erbil, Kirkuk y Sulemanyiah; junto al Obispo Auxiliar de Birmingham, Mons. William Kenney, invitados por el Obispo Auxiliar de Babilonia de los caldeos, Mons. Andraos Abouna. La visita se realizó pocos días después del secuestro y asesinato del Arzobispo de Mosul de los caldeos, Mons. Paulos Faraj Rahho.
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En la homilía de la Misa celebrada en Londres y encabezada por el Presidente del Episcopado de Inglaterra y Gales, Cardenal Cormac Murphy-O'Connor, Mons. Hollis denunció que la violencia en Irak "y el asesinato de laicos y sacerdotes de parte de extremistas musulmanes ha sido sistemático y deliberadamente realizado".
Dirigiéndose a los cientos de cristianos iraquíes presentes en la Catedral de Westminster, el Prelado explicó que su viaje a Irak le ha permitido "compartir la fe con vuestros obispos, con los sacerdotes y vuestros conciudadanos. Me he sentido tremendamente alentado y reforzado por su valor y fidelidad".
Asimismo, el Obispo dijo que en su visita al seminario de Ankawa, en donde él y Mons. Kenney se encontraron con 27 seminaristas, "hemos transcurrido un tiempo fecundo con ellos, sus profesores y la comunidad de religiosas, que trabajan incansablemente e impávidamente por la difusión del Evangelio. Nuestro encuentro aquí hoy, para esta celebración eucarística, quiere recordar a las personas a quienes ellos sirven y también quiere ser una oración desesperada al Señor por el don de la paz para un país profundamente turbado".
Hablándole a los iraquíes presentes en la Misa, el Prelado concluyó expresando que "siempre recordaré haber estado en medio de un pueblo para el que la luz de la fe está viva. Para mí ha sido una bendición poder experimentar todo esto. Como sucede con frecuencia, creo que en mi primera visita a Irak he recibido más de lo que he podido dar. Volveré pronto pero hoy debemos rezar en solidaridad con nuestros hermanos y hermanas en Irak, debemos rezar por la paz, por vuestro país".