En la homilía de la Misa dominical de ayer en la localidad italiana de Brindisi, el Papa Benedicto XVI dijo que "la Iglesia, como Cristo y junto a Él, está llamada y enviada a instaurar el Reino de la vida y ahuyentar el dominio de la muerte para que triunfe Dios que es amor", ante más de 70 mil personas presentes.
Tras afirmar que los doce apóstoles "cooperarán con Jesús para instaurar el Reino de Dios, es decir su soberanía benéfica, que da la vida en abundancia a toda la humanidad", el Santo Padre destacó que el proyecto de Dios es "difundir sobre la humanidad y sobre todo el cosmos su amor generador de vida. Un proyecto que el Señor quiere cumplir solamente en el respeto de nuestra libertad, porque el amor de su naturaleza no puede imponerse".
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"La Iglesia es en Cristo el espacio de acogida y de mediación del amor de Dios. Desde esta perspectiva está claro que la santidad y la naturaleza misionera de la Iglesia sean dos caras de la misma moneda. En cuanto santa, llena del amor divino, la Iglesia puede cumplir con su misión, y precisamente en función de esa tarea Dios la ha elegido y santificado como propiedad suya", continuó.
Hablando del binomio santidad-misión, el Papa recordó que era "útil reflexionar sobre el hecho de que los doce Apóstoles no eran hombres perfectos, elegidos por su calidad moral y religiosa. Seguramente eran creyentes. pero marcados por sus propios límites humanos, algunas veces graves. Como nosotros. Como todos los cristianos. La Iglesia es la comunidad de pecadores que creen en el amor de Dios y se dejan transformar por Él, llegando a ser santos".
El estilo de la misión, es decir, "la actitud interior que se transforma en vida vivida, no puede ser otro que el de Jesús: el estilo de la compasión" y "la compasión cristiana no tiene nada que ver con el pietismo o la simple asistencia. Es en cambio sinónimo de solidaridad y división y está animada por la esperanza".
"Animados por la esperanza en la que fuisteis salvados sed también vosotros signos e instrumentos de la compasión, de la misericordia de Cristo", finalizó.