Para el Arzobispo de Mérida, Mons. Baltasar Porras, no basta que el Presidente Hugo Chávez prometa corregir la polémica Ley del Sistema Nacional de Inteligencia y Contrainteligencia, sino que debería derogarla.
"Lo que hace falta no es un retoque de algunos puntos. El problema es más profundo, su concepción está basada en la doctrina de la seguridad nacional. Lo esencial de esta doctrina es que primero está la seguridad del estado, gobierno o régimen que la de los ciudadanos", indicó en su columna periodística "La Crónica Menor".
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Según el Arzobispo, "estamos ante la resurrección de un cadáver legal que causó tantos abusos y muertes en América Latina hace varias décadas. La ley de (contra)inteligencia debe ser derogada no corregida. Esta ley unida a las de la seguridad de la nación (2002) y Fuerza Armada Nacional (2005), ha permitido que se tengan en la cárcel sin previo juicio y condena a los comisarios policiales y a varios militares y civiles".
"Es la misma que está detrás de las inhabilitaciones para optar a cargos públicos sin que medie ningún juicio porque la simple opinión del Contralor se convierte en sentencia condenatoria. La seguridad del régimen se convierte en inseguridad de los ciudadanos y en desigual flagrante. Mientras tanto, las decenas de muertes que a diario enlutan tantos hogares, se minimizan y quedan impunes", concluyó.