El Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, llamó a los católicos a vivir diariamente los mandamientos de la ley de Dios, pues "son el camino para formar una verdadera sociedad".
"Yo creo en cada uno de los mandamientos de la ley de Dios, creo que son el camino para ser feliz, creo que son el camino para formar una verdadera sociedad", señaló el Purpurado durante la celebración del Corpus Christi en la capital peruana, y a la cual asistieron miles de feligreses para rendir homenaje y adoración a Jesús Eucaristía.
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En ese sentido, el Cardenal se refirió al mandamiento de "honrar padre y madre", y "no robarás". Explicó que amar a los padres y educar a los hijos no es una idea, "Dios me está revelando algo que es de Ley natural: que los padres estén unidos uno con una para toda la vida" y que tienen la responsabilidad de educar a sus hijos, "y los hijos amar, obedecer y ayuda a sus padres a lo largo de la vida".
Asimismo, afirmó que practicar el séptimo mandamiento repercute positivamente en la sociedad. "Tenemos fe en que ser honrados es bueno, que el corromper a otro con el dinero hace daño, estropea la vida, la familia, la sociedad y el mundo entero", señaló.
Por otro lado, afirmó que la Gran Misión de Lima es una "gran cruzada" de la cultura cristiana que recuerda que la fe no se expone, sino se propone, se ofrece, y nos dice a todos que la familia es esencial "en el proyecto de una sociedad" y que la dimensión moral, "es decir, el bien y el mal, deben tomarse en cuenta en cualquier proyecto".
"El mundo de hoy está olvidando la dimensión moral y ética del desarrollo y bienestar", advirtió, e indicó que creer que "todo vale si tiene éxito" hace daño al hombre y a la sociedad.
"El centro de todo desarrollo tiene que ser el respeto a cada persona desde su concepción. Las políticas tienen que proteger y promover la vida humana. Toda la dimensión legal debe proteger, promover y custodiar la familia. Todo deseo de progreso debe abrir las puertas al derecho natural de alimentarse, de poder acceder a una vivienda, de poder circular por las calles libremente", afirmó el Arzobispo.
Finalmente, alentó a los católicos a acudir al sacramento de la Reconciliación, e invitó "a los sacerdotes a ayudar mucho a la gente, porque todos están deseando acudir a ese sacramento que les da paz, alegría y que les invita a tener la valentía de pedir perdón a Dios".