El Presidente de la Conferencia Episcopal del Uruguay, Mons. Carlos Collazzi, rechazó enérgicamente la campaña a favor de la despenalización del aborto lanzada por la organización "Articulación Feminista Marcosur" con un afiche que muestra una imagen de un Rosario que simula la forma del aparato reproductor femenino.
La campaña de las feministas incluye la imagen con las siguientes leyendas: "Basta de Rosarios en nuestros ovarios"; "El derecho a decidir sobre nuestros cuerpos no es una cuestión de Fe. Es una cuestión de democracia".
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En una entrevista con Radio Carve, Mons. Collazzi calificó la campaña de "lamentable, porque se quiere apelar a decisiones democráticas que me parece que en principio la democracia es respeto y aquí, para ser un poco suave, hay falta de respeto a un signo religioso que toca la sensibilidad de la devoción popular de todo nuestro pueblo porque el rosario habla de sentimientos muy religiosos del pueblo uruguayo".
"El tema de fondo –precisó– siempre es el aborto. Los obispos nos hemos pronunciado en cantidad de oportunidades y hemos hecho en esa declaración algunas consideraciones teniendo presente que no desconocemos las circunstancias difíciles que sufren por parte de los niños; que hay que mirar las causas de los desequilibrios sociales, que hay que reconocer las dificultades de muchas mujeres para afrontar un embarazo…pero no se nos puede acusar a los obispos y a los cristianos, o creyentes, de fundamentalistas por defender los derechos de los concebidos no nacidos".
El Prelado advirtió que "la defensa de la vida nos va a tener a todos con las banderas muy levantadas pero siempre en un clima de respeto. La legalización del aborto no cambia lo malo en bueno, ese es un principio que tenemos nosotros muy firme y lamento que se utilice un signo religioso para hacer una campaña contra intenciones de fe, de principios, de defensa de la vida, que no son solo principios religiosos sino fundamentalmente principios de la dignidad humana, principios de la vida porque hasta 5 siglos AC el médico Hipócrates se negó a poner sus conocimientos médicos al servicio de la muerte".
Frente a la acusación de "hipocresía" lanzada por las anti-vida a la Iglesia, finalmente Mons. Collazzi respondió que "la hipocresía más fuerte es decir que la vida se defiende en determinados momentos y en otros no y no defender toda vida es, a mi modo de ver, la máxima de todas las hipocresías".