El Arzobispo de Viena, Cardenal Christoph Schönborn, explicó cómo hoy en día hay un excesivo afán por la buena alimentación que para muchos se convierte en "una forma de religión de la salud"; y aseguró que si bien la comida material sostiene nuestra vida en la tierra, no nos da la vida eterna que sí se obtiene con la Eucaristía.
Con motivo de la fiesta del Corpus Christi que se celebra hoy en algunos países, el Purpurado recordó que la comida material "no evita que muramos". Recibir a Cristo en la Eucaristía "es tan importante como alimentarse" y señaló que "quien recibe el cuerpo y la sangre de Jesús obtiene el alimento de la inmortalidad".
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"Yo creo que Jesús dijo justamente eso: ¡así como ustedes se alimentan para vivir, así también tienen que ingerirme a mí para vivir eternamente!", afirmó este jueves en un programa de la Radio Stephansdom perteneciente a su Arquidiócesis.
Tras advertir que muchos se sorprenden al pensar que Jesús da de comer su propio cuerpo, recordó sus palabras: "el que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él" (Jn 6, 56).
"Jesús está en el sacramento, en la Hostia, en la sencilla forma del pan, que es cargado por nuestras calles" destacó el Cardenal y explicó que todo hombre está llamado a "unirse a Dios, a la fuente y meta de su vida".
"¡Incorporar a Cristo a sí mismo! Volverse uno con Él. Ese es el sentido de la Comunión. Por eso se necesita una preparación especial para recibir la santa Comunión".