Un sacerdote, que por razones de seguridad se mantiene en el anonimato, denunció la persecución que el Gobierno de Zimbabwe ha desatado contra los opositores y la población que votó por ellos en la primera vuelta electoral, incluso impide a la Iglesia comprar alimentos para ayudar a los hambrientos.
El sacerdote declaró a la agencia Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) que las graves violaciones a los derechos humanos ocurren sobre todo en las zonas rurales y están dirigidas a la población que en la primera vuelta votó por el opositor Movimiento para el Cambio Democrático.
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Las personas, señaló la fuente, son deportadas, torturadas, mutiladas y violadas por los soldados. También hay muertos, y en las listas de los buscados por militares y milicias figuran numerosos sacerdotes y laicos católicos.
Además, los alimentos son negados a los opositores y se impide a Iglesia la compra de víveres.
Esta situación ha generado la huída de tres millones hacia la vecina Sudáfrica. Sin embargo, los campos de refugiados ubicados en este país son blancos de ataques xenófobos.
La segunda vuelta electoral es el 27 de junio y se teme que la situación empeore.
Ante ello, el sacerdote pide que se rece por la población de Zimbabwe y también por aquellos "que nos persiguen por hacer uso de nuestro derecho democrático".
Zimbabwe, anteriormente conocida como Rodesia, fue colonia británica. En 1980 declaró su independencia y desde 1981 es gobernada por Robert Mugabe, quien se ha reelegido constantemente en elecciones que generan las dudas de la comunidad internacional.