El Papa Benedicto XVI exhortó al Episcopado tailandés a promover "el entendimiento recíproco sobre la transmisión de las tradiciones a las generaciones futuras, la afirmación de los valores éticos perceptibles por la razón, el respeto por lo trascendente, la oración y la contemplación".
Al recibir en visita ad limina a los Prelados, el Santo Padre señaló que la evangelización de esta comunidad católica "se enmarca en el contexto de las relaciones, sobre todo con los budistas", y que la "coexistencia de las diferentes comunidades religiosas se desarrolla en el escenario de la globalización".
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Si bien "el crecimiento de los vínculos económicos y culturales aumenta el sentido de solidaridad global y de responsabilidad compartida"; también existen "signos preocupantes de una fragmentación y un cierto individualismo" que "marginan lo trascendente y el sentido de lo sagrado, y eclipsan la fuente de la armonía y la unidad en el universo", recordó.
"Los aspectos negativos de este fenómeno cultural, que causan consternación a vosotros y a otros líderes religiosos en vuestro país, ponen de manifiesto la importancia de la cooperación interreligiosa", subrayó el Pontífice.
En otro momento afirmó que la efusión del Espíritu Santo es un don y una tarea que implica "la presentación de Cristo y de su amor al mundo" y destacó que en Tailandia, "ese don se encuentra en particular en los hospitales y en las obras sociales de la Iglesia, así como en las escuelas".
Por eso las escuelas e institutos, no solo deben formar intelectualmente a los jóvenes, sino que deben contribuir a su educación espiritual y moral; por eso los religiosos y religiosas que "prestan su servicio con diligencia en los colegios católicos de las diócesis" tienen como misión principal la evangelización, destacó el Papa.
"Es muy importante que los religiosos permanezcan unidos a los estudiantes y a sus familias, especialmente mediante las clases de Catecismo para los católicos y otras personas interesadas, y a través de la formación moral y la atención espiritual de todos en la escuela", indicó.
Luego de manifestar su aprecio por "los esfuerzos de toda la comunidad católica de Tailandia en sostener la dignidad de toda vida humana, especialmente la más vulnerable", el Santo Padre señaló que algo que "preocupa de modo particular es el flagelo del tráfico de mujeres y niños, y la prostitución" en el que la pobreza es el "factor que está en la base de este fenómeno".
"Hay otro aspecto que hay que reconocer y hacer frente conjuntamente para contrarrestar con eficacia esta aborrecible explotación humana", la "banalización de la sexualidad en los medios de comunicación y en el mundo del espectáculo que alimentan el declino de los valores morales y conducen a la degradación de la mujer, a debilitar la fidelidad matrimonial y al abuso de los niños", concluyó.