Un equipo de la Universidad de Cornell, Estados Unidos, logró crear por primera vez un embrión humano modificado genéticamente. Aunque el hecho ha sido calificado de histórico por algunos, para otros constituye un paso hacia la fabricación de "bebés a la carta".
Según informó el diario español ABC, los científicos colocaron en una célula embrionaria un gen que hace que las células brillen en la oscuridad, para que el embrión modificado llevara tres juegos de cromosomas en lugar de dos.
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"El objetivo principal de la investigación fue comprobar si, efectivamente, el marcador fluorescente que se incluyó de forma artificial era capaz de ser heredado por las células hijas, permitiendo así el seguimiento de los cambios genéticos ocurridos tras cada división", explicó Zev Rosenwaks, uno de los investigadores.
ABC informó que otro medio, el Sunday Times de Londres, "reveló la existencia de ese trabajo científico, cuyo contenido y métodos se criticaban en un informe del gobierno británico sobre técnicas reproductivas".
"Y a partir de ahí se ha desatado la polémica. De un lado, las críticas de quienes consideran esa clase de investigaciones como el primer paso hacia los ‘bebés a la carta’. Es decir, la posibilidad de modificar genéticamente los embriones para tener hijos con determinadas características, tanto físicas como mentales", sostiene el diario español.
"Ni las garantías de haber actuado dentro de la legalidad, ni el hecho de que los embriones fueron destruidos después de cinco días, ha conseguido detener las críticas, ya que la misma técnica podría perfectamente ser utilizada por otros para crear niños con genes modificados para ser más inteligentes, más altos o más atléticos. Una vía para la creación de ‘bebés de diseño’", sostiene ABC.
Asimismo, advierte "esas prácticas, además, convertirían a los niños en objetos de consumo, hechos ‘a medida’ para sus padres, y contribuirían también a crear una nueva forma de desigualdad, en la que los más ricos podrían dar a sus hijos una ventaja genética sobre los demás".