El gobierno de Cristina Kirchner, en una nueva actitud de desplante a las autoridades de la Iglesia Católica en Argentina por su postura independiente, ha anunciado que cortará una tradición de 198 años y reemplazará el tradicional Tedeum del 25 de Mayo en la Catedral de Buenos Aires por una ceremonia "multirreligiosa" en Salta… la provincia más católica de la Argentina.
Ningún obispo argentino se ha pronunciado oficialmente sobre la insólita decisión de la Presidenta; pero el Presidente de la Pastoral Universitaria Buenos Aires, el P. Guillermo Marcó –hasta hace poco vocero del Arzobispado de Buenos Aires–, habló sin rodeos con la agencia Noticias Argentinas y explicó que el traslado del acto al norte argentino se debe al "desagrado" del oficialismo por las francas homilías del Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Jorge Bergoglio.
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El P. Marcó descartó el argumento de la Presidencia, que justificó la decisión del traslado con el supuesto fin de "federalizar" un festejo que conmemora un evento estrictamente capitalino, pues fue el cabildo de Buenos Aires quien decidió, el 25 de mayo de 1810, crear el primer gobierno rioplatense independiente de España. La ceremonia tradicionalmente federal en Argentina es el 9 de julio.
"Durante mucho tiempo la única institución que advertía sobre los peligros de algunas tendencias de este gobierno y del anterior fue la Iglesia Católica"; dijo el P. Marcó a Noticias Argentinas. "Un poco lo que marca esta huida de Buenos Aires es el desagrado por las homilías del Cardenal", agregó.
No es la primera vez que los Kirchner reaccionan contra las justas críticas de las autoridades eclesiásticas. En 2005, interrumpiendo una larguísima tradición, Néstor Kirchner decidió mudar el Tedeum a Santiago del Estero y en 2007 a Mendoza, luego del malestar que le causaron los comentarios sobre la realidad argentina del Cardenal Bergoglio en la Misa de 2006.
"La Iglesia era la única institución que advertía los peligros que ahora vemos: la disolución, la división, el enfrentamiento y todo ese tipo de cosas", dijo el P. Marcó; quien señaló la paradoja de la decisión del gobierno de realizar la ceremonia multirreligiosa en la Catedral de Salta.
"Tradicionalmente, a la Catedral metropolitana se invitaba a los dignatarios de todas las religiones presentes en el país, así que esto siempre tuvo un marco interreligioso", explicó el sacerdote, al comentar que "no sé cuántos representativos de otras religiones van a ir a Salta, que es una de las provincias más católicas del país, creo que en un 98 por ciento". "Este es un tema de representatividad", concluyó.