Al recibir este lunes por la mañana a 33 reclutas de la Guardia Suiza Pontificia que prestarán juramento mañana durante una ceremonia en el Vaticano, el Papa Benedicto XVI elogió la generosidad de quienes se entregan al servicio de este antiguo cuerpo de protección de la Santa Sede.

En su discurso en alemán, italiano y francés, el Papa puso de relieve que cinco siglos después de la fundación del Cuerpo, "el espíritu de fe que impulsa a jóvenes suizos a dejar su tierra para prestar servicio al Papa en el Vaticano, no ha cambiado. Lo mismo se puede decir del amor a la Iglesia Católica, de la que dais testimonio, más que con las palabras, con vuestras personas, que gracias al característico uniforme, son bien reconocibles en las entradas del Vaticano y en las audiencias pontificias".

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"Vuestros históricos uniformes hablan de vuestro compromiso de servir a Dios sirviendo al 'siervo de los siervos'", agregó.

Benedicto XVI pidió especialmente a los nuevos reclutas que supieran "sobre todo, asimilar el espíritu cristiano y eclesial, que es la base y el motor de todas las actividades que realizaréis". "Cultivad siempre la oración y la vida espiritual, valorando la presencia de vuestro capellán", agregó.

"Sed abiertos, sencillos y leales –prosiguió–. Sabed apreciar también las diferencias de personalidad y de carácter que existen entre vosotros, porque debajo del uniforme, cada uno es una persona única e irrepetible, llamada por Dios a servir su Reino de amor y de paz".

Tras subrayar que la Guardia Suiza "también es una escuela de vida", el Papa recordó que durante su experiencia en el Vaticano "muchos de vuestros predecesores han podido descubrir la propia vocación: al matrimonio cristiano, al sacerdocio, a la vida consagrada. Este es un motivo de alabanza a Dios, pero también de estima por vuestro Cuerpo".

El Santo Padre concluyó agradeciendo a todos los miembros de la Guardia Suiza Pontificia la "generosidad y la entrega con la que trabajáis al servicio del Papa" y pidió al Señor que les "recompense y colme con abundantes frutos celestiales".

Juramento

El martes 6 de mayo, a las 5:00 p.m. en el Patio de San Dámaso del Palacio Apostólico Vaticano, los treinta y tres nuevos reclutas prestarán juramento como miembros de la Guardia Suiza Pontificia en presencia de miembros de la Curia romana, representantes diplomáticos y autoridades civiles y religiosas de Suiza. Los soldados prestarán juramento en cuatro idiomas: 20 en alemán, 11 en francés, 1 en italiano y 1 en romance.

La Guardia Suiza Pontificia fue fundada por Julio II en 1506 como un Cuerpo estable, que dependía directamente de la Santa Sede y cuya misión principal era defender la persona del Romano Pontífice y el Palacio Apostólico.

La jornada comenzará a las 7:30 a.m. con una Misa celebrada por el Secretario de Estado, Cardenal Tarcisio Bertone, en la Cátedra de la Basílica Vaticana, a la que asistirán los guardias suizos y sus familiares y amigos. A las 9:00 a.m., el Arzobispo Fernando Filoni, Sustituto para Asuntos Generales de la secretaría de Estado, condecorará militarmente a algunos miembros del Cuerpo y el Comandante de la guardia depositará una corona de laurel en el monumento del Patio de Honor, que conmemora a los guardias suizos muertos en combate.

El 6 de mayo es la fecha elegida para la ceremonia de juramento de los nuevos reclutas porque ese día en 1527, 147 miembros de la Guardia Suiza perdieron su vida durante el "Saqueo de Roma", cayendo en batalla mientras protegían al Papa Clemente VII del asalto de las tropas del emperador Carlos V.

Para formar parte del cuerpo de la Guardia Suiza –que está formado por 110 soldados– es necesario ser varón, suizo, católico, de edad inferior a los 30 años, soltero, de altura superior a 1,74 y tener título de escuela superior o diploma de formación profesional. Los candidatos deben haber estudiado en la escuela militar suiza. Todos los guardias tienen que vivir en el Vaticano y la duración mínima del servicio es de 25 meses.