La Comisión Episcopal de Apostolado Seglar de la Conferencia Episcopal Española (CEE), llamó a los fieles a renovarse espiritualmente y a crecer en su formación cristiana para, con una fe madura, ser luz del mundo.
Los obispos emitieron un mensaje con motivo de la próxima celebración del Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar, bajo el lema "Luz del mundo y sal de la tierra".
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"Para llegar a ser luz del mundo y sal de la tierra, es absolutamente necesario que los que han sido llamados permanezcan en comunión de vida y amor con Aquel que se ha definido a sí mismo como ‘la luz del mundo’", expresó el texto. La comunión con Cristo, recordó, se alimenta con "la oración y la celebración de los sacramentos".
Asimismo, los obispos señalaron la necesidad de los bautizados de profundizar en la formación cristiana, la cual es un don de Dios que, "por medio de la Iglesia y por la acción del Espíritu Santo, le ayuda a descubrir los contenidos de la verdad revelada, invitándole a unirse más plenamente a Jesucristo".
"Cuando la respuesta al don recibido es positiva, entonces los que creen en Dios podrán vivir como criaturas nuevas, desarrollando la adhesión a Jesucristo, profundizando en la pertenencia a la Iglesia y convirtiéndose en auténticos evangelizadores", afirmaron.
Sin embargo, aclararon que "no es suficiente conocer las verdades de la fe", sino que éstas "pasen de la cabeza al corazón de cada bautizado y transformen sus sentimientos según los sentimientos de Cristo", para de este modo "actuar de acuerdo con su dignidad de hijo de Dios, tanto en las relaciones con los hermanos como en las distintas actividades sociales".
En ese sentido, destacaron el deseo de muchos cristianos de profundizar en su fe para así "vivir de forma consciente y responsable su vocación". Pero también lamentaron que otros muchos bautizados viven de una fe heredada "pero no personalizada", conformándose con las enseñanzas recibidas de sus padres o en los primeros años de catequesis.
Sin embargo, afirmaron que no es momento para lamentarse, "pues la presencia del Señor resucitado en medio de su Iglesia y la constante acción del Espíritu nos invitan a poner los ojos en el futuro, a remar mar adentro y a trabajar con esperanza".
En ese sentido, agradecieron a Dios "por los grandes esfuerzos e iniciativas" realizadas por la Iglesia en España "para hacer posible la formación de un laicado adulto en la fe y consciente de su vocación".