El Arzobispo de Sevilla, Cardenal Carlos Amigo Vallejo, señaló que quitar el nombre de Pío XII a una avenida local, en aplicación de la llamada Ley de la Memoria Histórica, sería una injusticia porque se trata de un auténtico defensor de la paz, reconocido como "justo entre las naciones" por las propias autoridades judías.
Días atrás, el presidente del Sodalitium Internationale Pastor Angelicus, Rodolfo Vargas Rubio, denunció que en el cambio de nombre a más de 60 calles, el Ayuntamiento de Sevilla incluyó la avenida Pío XII, como si el extinto Pontífice hubiese sido parte del régimen anterior que gobernó el país.
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"El Papa Pacelli no tuvo nada que ver con las vicisitudes políticas que dieron lugar en España al sistema político presidido por el anterior Jefe del Estado ni estuvo en modo alguno vinculado con el mismo", explicó el presidente de la asociación de seglares.
En ese sentido, el Cardenal Amigo Vallejo envió una carta al Alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, solicitándole que mantenga la avenida dedicada al Papa Pío XII.
En el texto, recordó que el entonces Pontífice fue un auténtico defensor de la paz que se opuso a la guerra y protegió a las víctimas y grupos perseguidos, entre ellos los judíos.
El Purpurado señaló que eliminar el nombre de Pío XII sería un acto de injusticia que provocará un verdadero rechazo más allá de la ciudad, por tratarse de una disposición municipal considerada sectaria.
La Ley de la Memoria Histórica ha sido impulsada por el actual gobierno socialista para reescribir la reciente historia española, desde un punto de vista ideológico más que histórico. Esto ha provocado el rechazo de varios sectores de la sociedad, entre intelectuales y líderes nacionales.