El Presidente del Foro Español de la Familia (FEF), Benigno Blanco, indicó que hoy no basta con defender "familia en privado sino que hay que defenderla públicamente en la vida social y política".
En la reciente clausura del ciclo de conferencias llamadas "Responsabilidad ciudadana", organizadas por la Universidad de Navarra, Blanco recordó que la familia necesita de "leyes justas que amplíen y protejan el compromiso matrimonial entre un hombre y una mujer y primen esa realidad como el ámbito ecológicamente idóneo para las nuevas vidas".
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Además se necesitan "políticas públicas que homologuen a nuestro país con el resto de la Unión Europea en materia de apoyo a la familia", y que se "facilite a las nuevas generaciones tener convicciones familiares, es decir, creer que hacer familia es posible", señaló.
Asimismo, aseguró que la familia "sigue siendo la forma de vida elegida voluntariamente por la inmensa mayoría de los españoles" y "la institución más valorada en todas las encuestas", por eso no puede dejar de asumir su "responsabilidad histórica de exigir su plena ciudadanía y reivindicar el aprecio y la ayuda que merece".
En otro momento, Blanco se refirió a la ideología de género "con la que se pretende una y otra vez desde el poder desprestigiar a la familia" y afirmó que este tipo de pensamiento es minoritario entre los españoles y los europeos en general, pero "tiene una influencia notable en determinados ambientes culturales, periodísticos y políticos que la hacen muy aparente".
"Hay que conocerla (la ideología de género), ser consciente de su peculiar terminología, su agenda política y los grupos que la apoyan", y que "es una ideología alejada de la realidad de la vida personal y familiar de la inmensa mayoría de los españoles", pues solo de esa manera se puede defender a la familia de ella, aseveró.
Finalmente, el Presidente de FEF cuestionó que "si en la vida pública actuásemos y hablásemos como hablamos en privado y defendiésemos para las leyes lo mismo que aplicamos en nuestra vida personal y familiar" la "ideología de género quedaría inmediatamente reducida a lo que es: un planteamiento absolutamente sectario, minoritario, extravagante e impracticable sobre la persona y la sexualidad".