La revista Huellas entrevistó a Sylvie Menard, una de las más prestigiosas oncólogas europeas que durante años fue partidaria de la eutanasia, pero hace unos meses cambió radicalmente de postura tras enfermar de cáncer a los huesos.
Menard declaró que siempre estuvo convencida de que cada uno debe decidir su suerte, pero "cuando me puse enferma, cambié radicalmente de postura".
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"Cuando enfermas, la muerte deja de ser algo virtual y se convierte en algo que te acompaña en la vida diaria. Y entonces te dices: ‘voy a hacer todo lo posible para vivir el mayor tiempo posible’", declaró a Huellas.
Casada y con un hijo, Menard reconoce que "hoy cualquier cosa me vale si implica una nueva posibilidad de vida".
A pesar de su enfermedad sigue en el cargo de directora del Departamento de Oncología Experimental del Istituto dei Tumori de Milán. Desde su trabajo, considera que quienes promueven la eutanasia, lo hacen por dos motivos: no quieren sufrir ni perder la autosuficiencia convirtiéndose en una carga para los demás.
Como enferma, Menard reconoce que "no quiere tener dolor" y que "el enfermo tiene derecho a aliviarlo"; sobre este punto asegura que "la terapia del dolor ha avanzado ostensiblemente en los últimos años".
"Incluso si uno no está en plenitud de facultades y no puede levantarse porque está tendido en una cama, pero sigue contando con el afecto de sus familiares, en mi opinión, incluso en esas condiciones, merece la pena vivir", agregó.